No es coincidencia la semejanza entre conversación y conversión. Si bien el diálogo no pretende convencer, en él se abre la oportunidad de transformar nuestras ideas y, por lo tanto, nuestra vida.
No es coincidencia la semejanza entre conversación y conversión. Si bien el diálogo no pretende convencer, en él se abre la oportunidad de transformar nuestras ideas y, por lo tanto, nuestra vida.